domingo, 17 de febrero de 2013

"SI VIVES CON GOZO, GOZOSA SERÁ TU MUERTE."

Entrevista con Anji Carmelo - doctora en Metafísica, autora de varios libros sobre la enfermedad, la muerte y el duelo.


- ¿Qué es el duelo?
- Es ese periodo de tiempo durante el que procesas el dolor que te ha infligido la muerte de un ser querido.
- Un dolor emocional...
- ¡Y también físico! Puedes sentir abatimiento, punzadas en el ombligo y hasta sentir síndrome de abstinencia de cada ruido, olor, forma, tacto del ser que se ha ido...
- ¿Abstinencia? ¿Igual que de una droga?
- Sí. Tus ojos echan de menos el ver al otro en el sofá, tus oídos echan de menos el escuchar su voz o aquellos ruidos que hacía por la casa... ¡La necesidad física es tan grande que, a veces, hace que tú veas u oigas todo eso!
- ¿Qué puede hacerse en esa situación?
- Que alguien te explique que existe esa angustia física (que se suma a la angustia emocional y mental). No saberlo puede dificultar el proceso de duelo hacia la recuperación...
- ¿Y cómo es ese proceso de duelo?
- Tiene cuatro fases. La primera es la del shock: lo sientes todo como amortiguada, distante, lejano... ¡Como  si actuase un barbitúrico natural para algodonar tu dolor!
- ¿Y qué pasa después, en la segunda fase?
- No escuchas. Necesitas hablar y que te escuchen. Necesitas expresar tu dolor con palabras, lamentos, gemidos, llantos... En cada sesión de mi grupo de duelo doy un rato a cada participante para expresarse...
- ¿Grupo de duelo? ¿Qué es eso?
- Una reunión periódica de personas que sufren porque han perdido a alguien. Ese contacto les alivia y les ayuda a avanzar bien en su duelo, y les ayudo a llegar al renacimiento.
- ¿Qué renacimiento? ¿Quién renace?
- Esa persona hundida en su sufrimiento. "Renacimiento" es como yo llamo precisamente a la cuarta y última fase de duelo...
- Pero no hemos saltado la tercera fase...
- Sí, es cuando empiezas ya a escuchar: es una fase en la que entras y sales del dolor, alternativamente, y eres consciente de ello. Ahí puedes escuchar, y aprender de tu dolor.
- Pero el dolor...¿qué puede enseñarme?
- ¡No aceptar el dolor es sufrir! Si lo aceptas, te fortalece.
- Y...¿cómo se salta al "renacimiento"?
- Si has expresado todo lo que hay expresar, y si ya admites a ese nuevo ser que en ti ha nacido del dolor, ¡es cuando renaces!
- ¿A qué nuevo ser se refiere?
- Tras la experiencia de dolor, tú ya no eres el que eras antes. Jamás volverás a ser el que fuiste: eres otro.
 ¡Un nuevo ser! Si lo admites y admites que tu vida puede mejorar (aunque no esté esa persona querida), ¡renaces!
- Suena fácil, sí, pero si a alguien se le muere un hijo, esto debe ser muy difícil...
- ¿Difícil? ¡Es heroico! ¡Con ese dolor, abrir los ojos cada mañana es una heroicidad! Esos padres no saben verlo en ese momento, pero son verdaderos héroes. Al final, sentirán a su hijo dentro de ellos, más cerca que nunca y vivirán una vida nueva con él.
- ¿Cuánto tiempo tiene que transcurrir? 
- Cada persona necesita su tiempo. Un año, dos...¡Pero que nadie se sienta culpable si llega antes! El tiempo    
de duelo no es el barómetro del amor que sentías por alguien.
- ¿Qué técnicas pueden ayudar a "renacer" a quien sufre tras la muerte de un ser amado?
- En verdad, se trata de sentir cariño por uno mismo. Y el grupo de duelo ayuda a eso.
- ¿Una pérdida afecta a la autoestima?
- Verá: muchas personas no sienten en verdad cariño por sí mismas. Basan su autoestima en el cariño de otros, del otro. Y si ese otro desaparece, ¡ay! ¡Adiós autoestima!
- ¿Y cómo ayuda usted a recomponerla?
- Les digo: "Vamos, ahora que cada uno elogie tres cualidades de cada uno de los demás". Y se emocionan... Es muy bonito.